En estas fechas se celebran las típicas comidas de navidad, donde según sea la composición de los invitados serán familiares, amistades o de empresas. En las dos primeras, los participantes están contentos de reunirse, pero en las de empresas los integrantes parecen haber pasado por un ritual de exorcismo, ya que todos muestran una muesca en la cara, que puede parecer una sonrisa a lo “Pantoja”, esa de lucir dientes, aunque te lleves fatal con el compañero de mesa y en cualquier otra ocasión, no se dignaría ni siquiera una mirada.
Pero las comidas de empresas, se han visto también afectadas por la crisis, cada vez son menos comensales porque el número de ellos, se han visto reducidos entre despidos y ERE y más de uno piensa que esta puede ser su última cena de empresa y aunque sonríe por fuera, la procesión la lleva por dentro, además el recuerdo de los compañeros ausentes desdibujan la celebración y lo único que se puede celebrar es que se sigue trabajando.
Si los componentes del ayuntamiento o de la dirección del PP de Morón celebraran una comida, la sonrisa de ellos, sería la del Joker de Batman, falsa y artificial, porque no tienen ningún motivo para sonreír, ya que se le acumulan los problemas de toda índole, pero siguen impasibles, entonando su eterna cantinela y adorando a un líder invisible. Pero las ruedas de la justicia están en marcha y aunque se le ponga obstáculos, seguirá rodando y se llevara por delante tanto a los instigadores como a los encubridores y veremos cómo los perros se revuelven contra el amo, intentando devorarlo para amortiguar sus culpas.
El próximo año, espero que la maldita crisis vaya desapareciendo y que las comidas sean más multitudinarias, señal de que todos estamos trabajando y que algunos, una vez haya pasado las elecciones y cumplido con la justicia, tomen dicha comida a seis kilómetros de Morón.
FELICES FIESTAS Y PROSPERO AÑO NUEVO
PERULERO
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