Los partidos políticos de Morón y sobre todo mediante sus cabezas de listas para ser elegidos como alcaldes se acuerdan de los electores, cuando la hora de que el pueblo decida el futuro de ellos, se acerca y queden menos de un mes.
Ahora los vemos a todos ellos haciendo promesas que muchas de ellas, no van a cumplir, bien porque saben que no serán elegidos y en el caso de que sean elegidos, intentaran encontrar algún medio de responsabilizar a otros como cabeza de turco, de sus propios fracasos e incumplimientos.
También resulta desalentador, comprobar el despliegue de encanto y de verborrea de algunos candidatos en estas fechas, paseándose por los distintos barrios bajo la premisa de que siempre están preocupados de los problemas y necesidades que tienen cada uno de los barrios de Morón y de sus habitantes, pero este encanto de los políticos, se pierde al día siguiente de las elecciones y dejan de interesarse por las preocupaciones de los habitantes de Morón hasta que vuelvan a necesitar de nuevo nuestros votos en unas elecciones municipales, autonómicas o nacionales.
Si reuniéramos a los cuatro representantes de los partidos políticos de Morón, en una mesa, como si fuera una timba de póker, veríamos como los políticos juegan con las ilusiones de los votantes, intentando confundirnos y mezclando las churras con las merinas. Uno de los casos más claros es lo relacionado con el hospital, donde las apuestas van desde un autobús hasta el hospital del Valme, pasando por Chares, hospitales comarcales y algunos apuestan, visitas incluidas de la Consejera de Sanidad.
Pero no solamente es en el terreno de la Sanidad, también en temas como infraestructuras, juegan con la vida de los habitantes de Morón, que tienen que ir esquivando baches en carreteras tercermundistas, como si estuviéramos en el rally París-Dakar, ir esperar que no llueva mucho para que las carreteras no se corten y nos dejen parcialmente incomunicados.
Si repasamos uno por uno, las apuestas (propuestas electorales), que cada partido proponen en la timba que se va a celebrar el 22 de mayo, nos encontramos que las mejores cartas las tienen los dos partidos mayoritarios, debido a que a nivel autonómico y nacional tienen mayor capacidad de influencia, pero que con el desgaste que ha tenido el PP de Morón, sobre todo defendiendo al actual alcalde, ven muy reducidas por no decir que sería casi un milagro, volver a obtener una mayoría, ni siquiera ser la opción más votada.
El PSOE de Morón, se quiere desvincular de comparaciones con el antiguo alcalde Parraga, que tan mal recuerdo trae a los habitantes de Morón, pero actitudes desde el poder de la Junta, como las de Griñan, que antepone el interés partidista, antes que la salud de los habitantes de Morón, es un claro reflejo de que la Junta gobernada por el PSOE, desde hace más de 30 años, no gobiernan de igual forma para todos los andaluces, sino que cambia su planteamiento por un puñado de votos y Morón ha sufrido en su propio desarrollo como referente comarcal, esta línea de desidia de los políticos.
En esta mesa, casi como convidados de piedra, se encuentran AMA e IU, que están perdiendo fuelle y juego político, intentando arrancarse mutuamente votantes de la izquierda. Estas acciones favorecen de rebote al PP, ya que los votantes de izquierda, tienen tres opciones para votar, mientras que los votantes del PP, que suele ser más fiel su voto lo aglutinan en un único partido.
AMA empezó muy bien, jugando con los tiempos tanto en las denuncias de las irregularidades que habían cometido los regidores como en las propuestas de soluciones a los problemas de Morón, si bien esas soluciones podían ser algunas factibles de realizar y adoptar, otras son difíciles de aplicar y solamente son bien vistas desde un sector de sus propios votantes. Pero desde el presunto cruce de denuncias por irregularidades urbanísticas entre el alcaldable del AMA y el actual alcalde, la sombra de la duda de un acuerdo de no agresión, ha calado entre los votantes.
Todos estos juegos políticos, solamente tienen un único perdedor que es el pueblo, y resulta incomprensible, que perdamos nosotros, siendo la mesa, las cartas y el dinero nuestro y además sentamos con nuestros votos a algunos incompetentes para representarnos.
PERULERO
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