Algunos han escuchado el chiste de Pinocho caminando por el bosque y que se encuentra con una joven dama, y al pasar a su lado, tropieza y cae en una postura poco decorosa y la damisela al ver esa situación, solo se le ocurre decir a Pinocho “Miénteme Pinocho, miénteme” para aprovecharse de la situación.
Los políticos son nuestros Pinochos imaginarios, pero a ellos nos le hace falta ninguna damisela para motivarles y que empiecen a mentir, y sus mentiras se enmascaran con un falso halo de honestidad para darle mayor credibilidad y cuando sus mentiras son descubiertas o puestas en duda, se defienden intentando quitar credibilidad a su adversario político con acusaciones
Existe el político Pinocho incorregible, como es el presidente Zapatero, que se cree sus propias mentiras, y que con sus políticas económicas y sociales, en un supuesto beneficio de los ciudadanos y trabajadores, solamente está logrando que cada vez tengamos menos beneficios y temamos cualquier nueva ocurrencia.
Existe el político Pinocho económico, estos políticos son los más temidos y respetados, debido a que tienen las llaves de las arcas públicas y de los contratos de la administración, además de ser unos de los principales actores en los casos de corrupción política. Son los políticos de este tipo de perfil, los que más irrita al ciudadano de a pie, porque ven como la Justicia se muestra inoperante y que la cultura de nuestros políticos se basa en la negación de todo (aunque exista pruebas), mientras no sean condenados. El último caso de Pinocho económico, es del presidente Griñan, que quiere quitar importancia a los casos del fraude en los casos de ERE irregulares, aduciendo que solamente son 10 millones de euros (unos 1.600 millones de las antiguas pesetas), dinero suficiente para abonar un mes de ayuda social de 400 euros a 25.000 familias andaluzas.
También existe el Pinocho oportunista, que solamente se acuerdan de los ciudadanos, cuando llegan el momento de las elecciones y mientras han estado en el poder o en la oposición, se han olvidado de ellos pero reclaman el voto de los ciudadanos como verdaderos valedores de nuestros derechos, cuando nunca han prestado atención a lo que realmente necesita el pueblo. De este tipo de políticos, son los que más abundan en Morón y veremos cómo nos prometen en sus programas, hospitales, carreteras, trabajo, y un largo etcétera de promesas eternas incumplidas.
Por último, existe el Pinocho morillista, hablar de las características de este tipo de políticos sería muy extenso, pero como resumen, podemos considerarlo como un tumor que si no se extirpa a tiempo, se convierte en un cáncer que corrompe la vida política y la sociedad.
En las elecciones de Mayo, tenemos la responsabilidad de con nuestros votos, poder erradicar la mayor cantidad posible de estos pinochos, porque si nos abstenemos, cuando este tipo de políticos gobiernen, solamente podremos decirles:
“MIENTEME PINOCHO, MIENTEME”
PERULERO
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