A rey muerto, rey puesto

En la lucha por el poder, siempre hay un proceso de canibalización de los que son derrocados de sus posiciones privilegiadas y relevados por otros, que bien en lucha abierta y de frente o desde la oscuridad y socavando los pilares donde se asientan el poder, logran el acceso al peldaño del poder que se proponen.

En los partidos políticos, la subida al poder se realiza mediante procesos electorales o bajo la premisa de arrimarse al árbol que mejor sombra proporciona y ser elegido a dedo para ocupar o ser electo al cargo deseado.

Esta segunda vía, aunque poco democrática, es elegida por algunos partidos políticos para poner en juego a los candidatos que ellos creen que son la mejor opción para alcanzar sus objetivos.

En el PP de Morón, vemos como el canibalismo político, se ha cobrado una nueva victima y seguramente intentaran olvidarse de la coletilla política que todos los concejales del PP repetían hasta la saciedad, “este equipo de gobierno con Manolo Morilla a la cabeza”, a intentar por todos los medios de echar toda la responsabilidad de los problemas surgidos en las dos legislaturas a una única persona, que es Manuel Morilla.

Pero los concejales del PP de Morón, no pueden exculparse de las acciones y el apoyo tácito que han dado al alcalde Manuel Morilla, durante todos estos años, e intentar que se le aplique una especie de amnistía, aplicándoles una especie de ley de obediencia debida como en Argentina. Desde el alcalde accidental hasta el último concejal, han defendido a ultranza estas acciones, que van desde las acciones poco éticas con su cargo, hasta las acciones que se tienen que dirimir y resolver en los juzgados.

El rey ha muerto y se ha elegido un nuevo rey, pero puede que siga siendo solamente un rey accidental y en las próximas elecciones, los habitantes de Morón con un voto negativo, castiguen al PP y el accidental se queden sin su trono deseado y solamente se recuerde esta etapa del pueblo de Morón como un accidente de su historia.

PERULERO