En este mismo medio digital, he leído hace unos días comentarios despectivos sobre la base aérea de Morón y me ha recordado en cierta forma a la novela de Jane Austen, “Orgullo y Perjuicio”.
Perjuicio por venir esas críticas, de un tipo de sociedad estereotipada. En la novela, una sociedad victoriana rígida e inflexible y aquí, de una sociedad con unos argumentos caducos y demagógicos, de una izquierda onírica y soñadora de un mundo feliz, que solo existe en su mente, donde no hace falta ejércitos ni policías, porque el hombre es de naturaleza bondadosa, no hace falta bomberos, ni médicos, ni hay hambre en el mundo, pero en la vida real, cuando despertamos, nos damos cuenta que el hombre es el animal más dañino que puebla este planeta y al igual que nacemos entre dolores, muchos mueren también entre dolores y aunque no queramos reconocerlo, los necesitamos para nuestra propia seguridad.
En el otro bando nos encontramos, los que estamos orgullosos de la base, no como indican algunos como símbolo de guerra, sino como instrumento para preservar la paz y para ayudar en caso de catástrofes naturales con la UME, en vigilancia aérea para evitar la piratería y la emigración ilegal y en misiones de paz, bajo el mandato de la ONU en diversos puntos del mundo.
La base ha aportado al pueblo de Morón, una inmersión a nivel cultural y sobre todo a nivel de relaciones personales, debido a la convivencia con otras personas procedentes de diversas regiones de España y también desde 1953, con los americanos que comparten la base con el ejército español, aunque su número se ha visto reducido de forma considerable.
Si hacemos referencia al aporte económico durante los casi 70 años de vida de la base, no nos dejemos engañar, no ha sido el motor que ha movido la comarca, pero ha ayudado de forma considerable y hoy en día, en época de crisis, sigue generando y manteniendo empleo.
Los que tienen perjuicio sobre los militares, tienen creada su propia biblia del odio a todo lo relacionado con los militares, y esa biblia les lleva a creerse y a difundir sus propias mentiras y falacias.
PERULERO
PD: Este comentario, está dedicado especialmente a todos los amigos que sirvieron conmigo y que me enseñaron que hay que anteponer la amistad a la procedencia de las personas y de sus ideas. Agustín, Bayo, Cazurro, Eugenio, Mesa, Maño, Guardia, Orten, Bravo, Zarco, Carmelo y un largo listado.
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