DON QUIJOTE DE MORÓN

Cuando me he levantado hoy, he reflexionado sobre los hechos y noticias ocurridas en nuestra villa de Morón y he notado que a nuestro querido alcalde, le hace falta un caballero andante, pero no uno cualquiera, sino uno que tenga una visión similar al histórico Don Quijote de nuestro escritor más universal, Miguel de Cervantes.
Por tener los españoles fama de ser quijotesco y porque llevo tres cubatas de Larios con coca-cola, sin rodaja de limón, me ofrezco en este articulo como paladín de nuestro alcalde y como un quijote moderno, cuyo nombre será conocido como Don Quijote de Morón y nuestro alcalde será mi Dulcinea del Toboso, a la que voy a proteger de todo peligro que sus abyectos enemigos intenten socavar y minar su honra y su buen nombre.

Pardiez, no ven vuesas señorías, que ahí delante tenemos a los del AMA, cuales molinos de vientos, expandiendo con sus aspas, verdades y media verdades, que mancilla el honor de nuestra querida Dulcinea. Voto a brios, que acompañado de mi fiel escudero Panza, por cuerpo, no por nombre, luchare contra ellos, y cabalgare con mi pluma en mano para rebatir cualquier sombra sobre el nombre de mi amada (que mal suena lo de amada)…

Una vez restaurado el honor de nuestra señora Dulcinea, partimos al camino y nos encontramos con dos ejércitos que están luchando, aunque Panza, me dicen que son rebaños de ovejas que hacen mucho polvo, yo se que me miente y que son los del PSOE e IU, peleándose, perdón, son el ejercito cristiano contra el moro. Ataco las ovejas, perdón, a los concejales del PSOE e IU, y ponen pies en polvorosa.

No dejando atrás la emoción de la aventura, me encuentro con unos mercaderes (de votos), siendo el nombre de uno de ellos, Javier Arenas (os suena), me enfrento a ellos y pido que reconozca a mi amada Dulcinea como la doncella mejor capacitada para ser alcalde de Morón, a lo que ellos consienten después de una dura lucha.

Voy por el cuarto cubata y ya no se si soy Don Quijote o Espinete, voy a romper este articulo, no vaya a ser que lo publiquen y me tomen por un loco, o un borracho, o peor aún, por un morillista.

Mañana, seguramente, me levantare con dolor de cabeza, y no me acordare de nada de lo acontecido esta noche. Ahora que estoy ¿¿¿¿cuerdo???, me despido de Don Quijote, Panza y de mi amada Dulcinea.

PERULERO