EL CUENTO DEL REINO DE MORÓN DE LA FRONTERA

El ayuntamiento de Morón, bien podría ser considerado como si fuera un reino. Con el rey en el trono (Manuel Morilla), su regente o senescal (el primer Teniente Alcalde), la nobleza (condes, duques y barones, según afinidad con el rey, los concejales del PP), la nobleza venida a menos (concejales del PSOE e IU), algún que otro bufón y los vasallos o siervos (el pueblo de Morón)

En este reino de Morón, nos encontramos al día de hoy, con una figura que creíamos desaparecida en el tiempo, por obsoleta y arcaica, la figura del regente o senescal.

El regente ejerce el poder de forma transitoria en nombre del monarca ya sea porque éste es demasiado joven o viejo, por ausencia del mismo, o por su incapacidad para gobernar por sí mismo. También podría denominarse el regente como senescal, que es un gran funcionario de palacio con poderes jurídicos y administrativos, y es el encargado de aplicar y hacer cumplir las decisiones del rey.

En la actualidad, la regencia es la única forma de gobierno que conoce este reino y desconocemos si el rey esta en su castillo de verano, en una cruzada o matando dragones, ya que la única información que transmite desde la regencia es que el rey esta al tanto de todo lo que pasa en su reino.

La nobleza venida a menos y sus siervos y vasallos, quieren ver al rey en su trono y si es incapaz de gobernar que abdique, pero su vástago no esta en la línea directa de sucesión, lo que le pone en una coyuntura difícil, ya que tendrá que esperar (próximas elecciones) para nombrar príncipe y sucesor a su predilecto.

El rey conoce, pero con su prepotencia en su forma de gobernar, ignora la revolución que se esta tejiendo entre sus siervos y que culminara en el 2011 (elecciones), y cuando ocurra, no se cortaran cabezas como en la Revolución Francesa, pero se le despojara de todas sus prebendas, tanto a él, como a sus acólitos más fieles y se le desterrara de este reino, aunque nos imaginamos que su destierro será dulce después de ocho años cobrando tributos.

Ahora, preguntémonos todos, si esto es un cuento o es la realidad.

Perulero