¿Quién le pone el cascabel al gato?

En España, país de contradicciones por antonomasia y más cuando se trata de política o mejor dicho de políticos.
Nos encontramos que políticos locales proponen ideas para solucionar problemas que le afectan directamente, y que se pueden extrapolar al resto de los municipios, pero se encuentran la oposición de los políticos nacionales tanto de su partido como de otros partidos que reniegan de estas soluciones, no por un sentido práctico de las ideas que provienen de sus propias bases, sino por miedo a perder una parte de electorado y unos votos.
Solo tenemos que recordar los casos de Vic y de Torrejón de Ardoz, con el tema de la emigración ilegal.
El pueblo de Yebra, y otros dos nuevos pueblos postulantes por acoger el nuevo almacén de residuos nucleares, en el tema de la energía nuclear.
Estos no son casos aislados, debido al entramado de grupos políticos, locales, comarcales, autonómicos y nacionales, vemos de forma continuada como se supedita los intereses partidistas a los intereses de los ciudadanos, y se muestra en todos los aspectos de la sociedad, donde la política tiene influencia.
Necesitamos políticos valientes, y no los políticos que actualmente tenemos que para solucionar los temas que preocupan a los españoles, solo se dedican a poner parches, que aplazan los problemas, sin resolverlos, para no irritar a nadie y que no quieren abrir un debate donde se apliquen decisiones drásticas que puedan irritar a algunos votantes, no aplicando el dicho popular, que para hacer una tortilla, hay que romper los huevos.

En Morón, un ejemplo claro, es el tema del hospital, donde los habitantes reclaman desde hace más de 20 años, el hospital y los partidos políticos, se dedican a pelearse entre ellos, sin dar ninguna solución, ni a corto, ni a largo plazo.

Todo lo anteriormente escrito, me recuerda la fábula de Lope de Vega, cuando los ratones (políticos), se reúnen para encontrar una solución al problema que tiene con el gato (problemas actuales de nuestra sociedad), y después de mucho debatir, encuentra la solución de poner un cascabel al gato, pero ninguno se atreve a ponerle el cascabel

Políticos, atreveos y poner el cascabel al gato, que el pueblo os lo agradecerá.

PERULERO