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domingo, 31 de enero de 2010

Ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio

Esta semana nos hemos levantado con un nuevo parche de la política económica del señor Zapatero, su nueva idea brillante es retrasar la jubilación a los 67 años, ya ha conseguido el apoyo de su partido político y espera conseguir el consenso del resto de los partidos. Además, plantea otra serie de parches, como ampliar, la base de cotización a la Seguridad Social sobre la que se calcula la pensión de jubilación, en la actualidad en los 15 años anteriores al retiro a un número de años superior.

Con esta nueva acción, los españoles pasaremos de trabajar para vivir a vivir para trabajar, bajo el argumento de que la sociedad está envejeciendo y que la esperanza de vida ha aumentado en los últimos años y en vez de incentivar la natalidad como hacen en otros países (para esto nunca hacen comparaciones con otros países europeos) ayudando a las familias con importantes desgravaciones fiscales, gratuidad en guarderías, educación, y otra serie de medidas que recordarían la frase, de que los niños vienen con un pan bajo el brazo.

Este retraso de la jubilación no les afectan a los políticos, porque la clase política es una casta independiente que tiene innumerables prerrogativas, mientras el trabajador, tiene que cotizar 35 años, a ellos, solo se les piden siete años, son los únicos que pueden cobrar dos pensiones a la vez del estado, también si no llegan a la pensión máxima (32.000 euros), las Cámaras del Congreso y del Senado aportan la cantidad necesaria para que lleguen a esa cantidad y no pasen hambre, aparte de todo lo que han cobrado durante su vida política y todo este despilfarro salen de los impuestos que pagamos religiosamente todos los españoles

Con este planteamiento realiza una nueva vuelta de tuerca, retrasando la incorporación de la juventud a trabajar, para ocupar el puesto de un jubilado, obliga a trabajadores en actividades especificas y con riesgo de sus vidas y de otras personas a seguir trabajando (construcción, agricultura, pesca, conductores, etc.) y convierte a los trabajadores españoles, en esclavos de los políticos, como en el antiguo egipcio, que solo dejaban de trabajar cuando dejaban de respirar.
En mi humilde opinión, reduciendo el número de altos cargos políticos, reduciendo el despilfarro de dinero público (tribus indígenas subvencionadas para que hablen catalán), reduciendo toda la cohorte que lleva consigo los cargos públicos (asesores, personal de confianza, seguridad, etc.), con ese dinero, se puede incentivar la natalidad y no sería necesario retrasar la edad de jubilación.

Aquí en Morón, vemos como nuestro ilustre alcalde, piensa en su jubilación y se ha aumentado paulatinamente su sueldo desde los 30.000 euros cuando se incorporo a su puesto, hasta los 76.000 euros de este año, y en esta época de crisis, comprobamos con satisfacción, que solo se ha subido cinco veces el IPC, mientras el resto de los ciudadanos, nos conformaremos con subidas del 0,8%, los que estén todavía trabajando.

A la clase política, solamente le digo que deje de ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio, y que la solución es fácil, pero tienen que empezar solucionando el problema que nos generan ellos mismos.
PERULERO

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