La isla Tortuga fue durante el siglo XVII refugio de piratas. Estos piratas atacaban y saqueaban los barcos que navegaban por el océano, quedándose con el botín. Existían varios tipos de piratas, los bucaneros o filibusteros, que se dedicaban al saqueo indiscriminado de todo tipo de barco y los piratas con patente de corso, llamados corsarios, que se dedicaban al saqueo selectivo de barcos de determinada nación y tenían que entregar al rey una parte del botín, y no se perseguían ni a sus barcos ni a los corsarios en los territorios gobernados por los reyes que le daban la patente de corso, siendo el más famoso Drake, que al final le nombraron hasta caballero.
Si trasladamos la historia a los momentos actuales, vemos que existe una clara analogía con los piratas antiguos, aunque por el momento los castigos a estos piratas modernos están siendo exilios dorados con la fortuna amasada a través de sus testaferros y el botín obtenido es el dinero del erario público, que pertenece a todos los españoles.
Mallorca, en la actualidad, se puede equiparar a la famosa Isla Tortuga, y el saqueo del erario han dejado las arcas del tesoro vacías, pero esto lo han realizado bajo la premisa de la famosa frase de la ex-ministra de Cultura del PSOE, Carmen Calvo: "Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie." En estos momentos se está iniciando varios procesos judiciales contra políticos de esta isla, pero el proceso judicial más famoso es contra el que era el máximo dirigente del PP en Baleares, Jaume Matas, por innumerables delitos. Uno de los delitos que se le imputa es el cobro de la comisión a José Luis Moreno, se dice en los círculos próximos, que el cuervo Rockefeller, el muñeco de José Luis Moreno, ha dejado de entonar su famosa frase de “Toma Moreno” y ahora solo dice “Toma Matas”.
La pregunta que muchos se hacen, es si se demuestra su culpabilidad, actuó siempre como bucanero o por el contrario actuó como corsario, dando una parte de su botín al partido.
En Morón, todavía nuestros políticos, pasados y presentes, tienen el halo de honradez intacto y no tienen ninguna condena, por el momento. Tampoco hay constancia probada de la existencia en Morón, de piratas o bandoleros, como Curro Jiménez, aunque a nadie le extrañaría, que al igual que Ali Baba y sus veinte ladrones tenían una cueva donde guardaban sus tesoros, puede haber tesoros escondidos o invertidos en cortijos, chalets, terrenos o en bancos.
Los más viejos del lugar, dicen que algunas veces por Morón, en las noches oscuras y con niebla, ven una bandera en la plaza del ayuntamiento, que en vez de llevar el dibujo de una calavera cruzada con dos tibias, antes se aparecía una bandera con una rosa y ahora se ve una bandera con gaviotas y el capitán al lado del mástil cojeando con su pata de palo.
En Morón, la verdad es subjetiva, porque a veces se alimenta de ficción y de rumores, debemos ser capaces de diferenciar y discernir entre la verdad contrastada, la ficción, el rumor y la mentira.
PERULERO
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