Zapatero, el caballero laico, no pudo evitar la reunión programada con el Papa que debe de realizarse durante cada mandato del presidente de turno de la comunidad europea, eso sí, para enmascarar la visita, su agenda para ese día, fue incrementada con una reunión con Silvio Berlusconi, pero Berlusconi, fiel a su estilo poco protocolario, abandono la sala, dejando a Zapatero solo ante los periodistas, quedando indeciso y asombrado, a escuchar “Me despido de él como si fuera un santo. Porque después de haber sido bendecido por el Santo Padre está ciertamente en una situación de absoluta gracia".
Zapatero, ha pasado de salir corriendo a rezar con Obama, a reunirse de puntillas con el Papa, para finalmente ser proclamado santo. Para alguien que representa el laicismo del estado, esto debe considerarse como una broma pesada de Dios.
En España, los acólitos del gobierno de Zapatero, en su versión más progre, muestran su repulsa a todo lo que huele a católico, y como si fueran Quijote, con su frase “Con la iglesia hemos topado, amigo Sancho”, intentan borrar toda simbología y actos donde pueden influir o legislar, ahora le ha tocado al ejército de la pacifista Carmen Chacón, que ha prohibido en el pasado Corpus que los militares presentaran honores y también que no se celebre la misa el día de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada. Contrasta esta actitud, con la permisividad y el progresismo que piden desde el gobierno sobre la utilización de los velos integrales islámicos, amparándose en la Alianza de las Civilizaciones.
En Morón, con el gobierno de Morilla, pasamos al otro extremo de la balanza, con aportaciones tan extravagantes como el nombramiento de alcaldesa honoraria a la virgen María Auxiliadora, con cesiones gratuitas de suelo público para las hermandades, con un contrato casi en exclusividad de la banda municipal para actos religiosos y ahora hasta algún cura pide desde la radio el voto según sus creencias religiosas.
Tanto en Morón como en España, hay muchos tontos a las tres, que atacan o defienden la religión de una forma exagerada e incomprensible para muchos de nosotros, creyéndose con el deber moral de enseñarnos y asesorarnos sobre lo que nos conviene, pero no saben ni comprenden que no somos como Quijote, nos da igual topar con la iglesia, porque no somos tontos ni peleles que nos dejemos influenciar por la ideas ajenas, por el contrario respetamos y preferimos convivir con todos en vez de criticar, y una muestra de esto, es la Semana Santa de Morón, donde la mayoría de los habitantes de Morón, se unen para disfrutarla sin tener en cuenta el credo de cada uno.
Los políticos de Morón y de España, deberían de aprender de esta mayoría silenciosa de Morón, que hacen uso del sentido común y responsabilidad en cada uno de sus actos, sin importarle el pensamiento religioso o político de los demás, demostrando con ello, haber alcanzado por completo, la madurez democrática.
PERULERO
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ResponderEliminar¿No te gustan las verdades, PERULERO?
ResponderEliminarHas censurado mi comentario de ayer.
Y después defenderás la libertad de expresión.
Eres un fraude