Un crimen por la definición del diccionario de la real academia tiene varias acepciones, una de ellas es delito grave y también un crimen puede ser definido como acción indebida o reprensible.
Todo crimen debe conllevar un castigo y siguiendo con las definiciones del diccionario es la pena que se impone a quien ha cometido un delito o falta.
Los mandatarios de nuestro ayuntamiento, tanto a nivel privado dando ejemplo de comportamiento cívico, como a nivel público, ya sea por acción directa u omisión en su misión de defender los intereses del pueblo, han cometido una gran variedad de tipos de crímenes, algunos de ellos en manos de la justicia, otros archivados, y el resto sin tener el calificativo de delito ante la justicia, son claramente reprobados por el pueblo por la falta de ética y moral de nuestros políticos.
Hacer una recopilación de todas estas acciones, sería muy extensa y dilatada, y habría que buscarla tanto en los medios nacionales como locales, porque por desgracia para Morón, estamos saliendo a la palestra informativa por las actuaciones de nuestros políticos tanto en el empeño de su función pública como en aspectos de su vida privada y con especial atención en su representante máximo, Manuel Morilla.
Todos sabemos que la justicia es ciega, pero en la balanza de la justicia, el poder, el dinero y los buenos abogados hacen un flaco favor a la justicia verdadera corrompiendo la balanza e inclinándolo a favor de esos elementos. Estos políticos mueven esa balanza a su libre antojo.
Existe también la justicia divina, que como indica el refrán “a cada cerdo le llega su San Martín”, con perdón para los cerdos por la comparación, pero esta justicia o no llega en esta vida o suele llegar tarde.
Al pueblo de Morón, solamente le queda una única justicia y es la justicia política a través de nuestros votos en las próximas elecciones. En la balanza pondremos nuestras desilusiones que no podrán ser compradas por ningún plato de pescado y en la balanza pondremos también todas las “realidades” de nuestros políticos, sobre todo los del PP, que por sus acciones, su desidia y la omisión de sus obligaciones han llevado al ayuntamiento de Morón a un marasmo total de desgobierno e ineptitud. En esta balanza también pondremos a los representantes del PSOE y de IU, con resultado incierto ya que tienen responsabilidad por haber permitido en parte llegar a esta situación crítica.
Con este tipo de justicia, obligaremos por fin a dejar el alcalde actual en el retiro de su cortijo o torre de marfil (de marfil, por lo que le ha costado o nos ha costado a los habitantes de Morón su construcción), de una forma definitiva hasta que la justicia dirima sus asuntos pendientes y pueda que le obligue a cambiar de domicilio a otro menos agradable en la carretera de La Puebla de Cazalla.
En Morón, la palabra realidad o realidades se la ha apropiado el grupo del PP del ayuntamiento para definir sus actuaciones de todo tipo de ámbito en y para el pueblo, cabe constar que a su favor se ha realizado una cantidad importante de obras y actuaciones en todo tipo de áreas, si realizamos la comparación con el anterior mandato del PSOE no hay punto de comparación, pero lo que no cabe duda es que la sombra del delito punible o no punible está presente en muchas de ellas y que esa sombra se alarga más cada día que pasa con nuevos casos.
El pueblo de Morón es inteligente y sabrá castigar en las urnas este tipo de comportamiento o supuestos delitos cometido por nuestro alcalde y el resto de concejales.
PERULERO
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