HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE

Al igual que los dos hermanos de la famosa serie de televisión “Hombre rico, hombre pobre”, la sociedad española se va dividiendo entre los políticos que se van enriqueciendo (nadie sabe de qué manera lo hacen) y el resto de los trabajadores y parados que llegamos al final del mes a duras penas, esperando que pase el mes lo más rápidamente posible, para poder volver a cobrar y seguir en el círculo vicioso de esta economía que nos han impuesto.

Pero además, todos los trabajadores tenemos un Falconetti (el tuerto malo de la serie), en la figura del empresario y también ahora de los políticos, que con el ruido de fondo de la crisis, intenta que solamente sean los trabajadores, los que paguen el plato roto de la crisis con una reforma laboral que deja en pañales, todas las reformas anteriores, debido a su calado y trascendencia, sin olvidar que en un futuro no muy lejano, se va a aumentar la tabla de los años cotizados para poder tener acceso a la pensión y se va a retrasar la edad de jubilación.

Pero nuestros políticos locales, no tienen un Falconetti detrás, que le hagan la vida imposible y vemos como su tren de vida parece superior a su sueldo y mientras, los partidos de la oposición, callan y por lo tanto otorgan con su silencio la ayuda necesaria para que esta situación no cambie, no sabiendo si es una complicidad compartida o por negligencia, ya que ellos como garantes de nuestros derechos, deberían exigir que se cumpliera lo dispuesto en el artículo 75, de la Ley 7/1985 Reguladora de las Bases de Régimen Local, que establece la publicación del patrimonio de los miembros de la corporación y cualquier modificación que se produzca y conflicto de intereses que se generen con otras actividades empresariales a nivel personal.

Ellos no tienen problema de liquidez, pero todos los demás, vemos como después de la Feria, nuestras carteras tienen un agujero más grande, porque la Feria ha sido un éxito en público, a pesar de la incompetencia de nuestro regidor en materia económica, lo que ha ocasionado que no se celebraran los fuegos artificiales, que era el broche de oro que la culminaba, pero ello, no impidió que la gente llenara con su presencia, el recinto ferial.

PERULERO